Mateo 10,34-42.11,1
Jesús, causa de división (Lc. 12.49-53; 14.26-27)
34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;
36 y los enemigos del hombre serán los de su casa.
37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Recompensas (Mr. 9.41)
40 El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá.
42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Los mensajeros de Juan el Bautista (Lc. 7.18-35)
11 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
1398 Te aconsejo que compres oro refinado
1447 He venido a traer división: reflexiones acerca de la supervisión episcopal
1584 La cruz de cada día