Lucas 10,17-24
Regreso de los setenta y dos enviados
17 Los setenta y dos volvieron llenos de alegría, diciendo: — ¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!
18 Jesús les contestó: — He visto a Satanás que caía del cielo como un rayo.
19 Les he dado a ustedes autoridad para que pisoteen las serpientes, los escorpiones y todo el poder del enemigo, sin que nada ni nadie pueda dañarlos.
20 Pero, aun así, no se alegren tanto de que los espíritus malignos los obedezcan como de que los nombres de ustedes estén escritos en el cielo.
Alegría de Jesús (Mt 11,25-27; 13,16-17)
21 En aquel mismo momento, el Espíritu Santo llenó de alegría a Jesús, que dijo: — Padre, Señor del cielo y de la tierra, te alabo porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos. Sí, Padre, así lo has querido tú.
22 Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.
23 Luego se volvió hacia sus discípulos y les dijo aparte: — ¡Felices los que puedan ver todo lo que ustedes están viendo!
24 Les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; y oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.
Sermón 1138: Los 72 enviados a predicar por Jesús II: la Iglesia tiene sus guardianes
Sermón 1400 Dios le dijo a Moisés: Yo estoy contigo